Hay en río un monte preciosita, chiquitita
es el morro de los negros, la mansión.
Es tan humilde, tan desgraciada y tan sencilla,
ni siquiera una capilla te aprovecha para rezar.
Pero se vive cerca del cielo y con piedad
Y la noche con su manto
cubre las chozas que van a amar
Allá se escucha al fin del día una plegaria ave María
Allá se escucha al fin del día una plegaria
Ave María, Ave María
Aunque no tenga capilla, reza la gente sencilla
Ave María