Yo sé lo que son los encantos
de mi Borinquen hermosa.
Por eso la quiero yo tanto,
por siempre la llamaré Preciosa.
Yo sé de sus hembras trigueñas,
sé del olor de sus rosas.
Por eso a mi tierra riqueña
por siempre la llamaré Preciosa
Isla del Caribe,
isla del Caribe,
¡Borinquen!
Preciosa te llaman las olas
del mar que te baña.
Preciosa por ser un encanto
por ser un Edén.
Y tienes la noble hidalguía
de la Madre España,
y el fiero cantío del indio bravío
lo tienes también.
Preciosa te llaman los bardos
que cantan tu historia.
No importa el tirano te trate
con negra maldad.
Preciosa serás sin bandera,
sin lauros, ni gloria.
Preciosa, Preciosa te llaman
los hijos de la libertad.
Preciosa te llevo dentro
muy dentro di mi corazón,
y mientras más pasa el tiempo
en ti se vuelca mi amor.
Porque ahora es que comprendo,
porque ahora es que comprendo
que aunque pase lo que pase,
yo seré puertorriqueño,
yo seré puertorriqueño,
por dondequiera que ande,
por que lo llevo en la sangre,
por herencia de mis padres,
y con orgullo repito —
yo te quiero Puerto Rico,
¡yo te quiero Puerto Rico!
Y por eso es que me nace hoy
dedicarle este canto
a ese noble jibarito Raphael
y a mi isla del encanto.
Yo te quiero Puerto Rico,
¡yo te quiero Puerto Rico!