El octavo día Dios,
después de tanto trabajar,
para liberar tensiones,
luego ya de revisar,
dijo: "todo está muy bien,
es hora de descansar",
y se fue a dar un paseo
por el espacio sideral.
¿Quién se iba a imaginar
que el mismo Dios al regresar
iba a encontrarlo todo
en un desorden infernal?
y que se iba a convertir
en un desempleado más
de la tasa que actualmente
está creciendo sin parar.
Desde ese entonces
hay quienes lo han visto
solo en las calles transitar,
anda esperando paciente
por alguien con quien al menos
tranquilo pueda conversar.
Mientras tanto, este mundo
gira y gira sin poderlo detener
y aquí abajo unos cuantos
nos manejan
como fichas de ajedréz.
No soy la clase de idiota
que se deja convencer,
pero digo la verdad,
y hasta un ciego lo puede ver.
Si a falta de ocupación
o de excesiva soledad
Dios no resistiera más
y se marchara a otro lugar,
sería nuestra perdición,
no habría otro remedio más
que adorar a Michael Jackson,
a Bill Clinton o a Tarzán.
Es mas difícil ser rey sin corona
que una persona más normal,
pobre de Dios que no sale en revistas,
no es modelo
ni artista de familia real.